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Tanto Íker Casillas, Sergio Ramos y Xabi Alonso, los tres hombres fuertes del vestuario del Real Madrid, se quedaron petrificados al escuchar, y además sin venir a cuento, las duras críticas de Kaká a su compañero Karim Benzema por su rendimiento en el terreno de juego.

Y es que para los capitanes madridistas y para el resto de futbolistas nacionales de plantilla, partidarios de lavar los trapos sucios dentro del vestuario del Bernabéu, no es de recibo que Kaká, después de llevar tanto tiempo lesionado y fuera del equipo, por muy desacertado que esté o por muy pocos goles que haya
 marcado esta temporada el internacional francés, dude del compromiso y de la profesionalidad de uno de sus compañeros.

"Kaká se pasó tres pueblos con Karim. En de vez criticar a los demás, que trabaje y que rinda más; que para eso costó 65 millones de euros, el doble de lo que pagaron por Benzema", comenta a nuestra revista un componente de la plantilla madridista.